(Por Eduardo Gargiulo).- Acostumbrados desde hace 14 meses a difundir los partes diarios del Coronavirus, periodistas y público terminamos por naturalizar los números. Tantos casos, tantas muertes. Pero estas últimas no se reducen a una cifra: tienen nombre y apellido. Una historia, una familia, amigos, una vida por delante que se trunca por este puto bicho que no da descanso.
La Agencia de Noticias San Luis dio a conocer dos fallecimientos, uno de los cuales le toca de cerca, por tratarse de un ex fotógrafo que trabajó en sus filas, Víctor Castro.
Tenía 50 años. Durante muchos años se desempeñó en prensa gubernamental y actualmente trabajaba en la Secretaría de Turismo.
“Con su cámara capturó escenas históricas de la sociedad sanluiseña. Era querido y respetado en el ambiente. Compartió gran cantidad de coberturas periodísticas con la mayoría de los trabajadores de prensa de la provincia y años de labor diaria con muchos de los integrantes de la Agencia de Noticias San Luis, cuyos ex compañeros lo despidieron con enorme tristeza y los mejores recuerdos”.
No lo conocí a Víctor, pero no tengo por qué dudar de lo que afirman quienes sí lo trataron. Tiene cara de bueno, pero tampoco interesa qué tanto lo era. Jode que se haya muerto tan joven, como tantos, Néstor Nóbile, hace poco, otros 630 para atrás.
El otro fallecimiento que provocó profundo dolor fue el de Daniel Morelli, jugador de ajedrez no vidente.
“La Universidad de La Punta está de luto. Este viernes, Daniel Morelli acomodó las piezas para su última partida. Tenía 60 años y al final del juego sufrió el jaque mate del Coronavirus. Daniel fue puntal del Programa Ajedrez de la ULP, presidente de Ajedrecistas Ciegos Unidos de Argentina (ACUA) y presidente para América de la Asociación Internacional de Ajedrez Braille (IBCA). Representó a la provincia en mundiales de ajedrez para ciegos”.
Descubrió el mundo del ajedrez a los 12 años cuando su padre lo llevó a jugar a un club de Villa Mercedes, su ciudad natal. Sus primeras partidas ya en el plano competitivo fueron en 2006, en el taller de ajedrez para ciegos que ofrecía la ULP en la biblioteca policial. Disfrutaba del juego ciencia con tableros adaptados.
Terminó la secundaria a distancia en la Universidad de La Punta. Estudió Tecnicatura en Deporte de Alto Rendimiento y egresó en 2019 con notas de honor. En la ULP, desde 2007, trabajó como instructor y luego como coordinador de Ajedrez Social.
En abril de 2019, en Italia, Morelli fue reelecto como vicepresidente para América de IBCA, y se mantenía como miembro de la comisión directiva mundial con mandato hasta este 2021.
En octubre de 2019, fue reconocido por la Cámara de Diputados de San Luis por su labor y por sus logros obtenidos. Tras recibir el diploma distintivo, Daniel comentó: “Este reconocimiento es en base a mi trayectoria, por vencer barreras; tengo el inmenso placer de trabajar en lo que es mi pasión, el ajedrez en la Universidad de La Punta, que siempre me abrió las puertas, y el gobernador que tanto hace por la inclusión real. Esta meta es por mí y por la gente de mi colectivo de discapacidad que me llena de orgullo, y de mi familia que está muy feliz y son los puntales de que yo haya llegado a conseguir todos mis logros”.
También en el ámbito de la salud se contabilizan cerca de una decena de muertos, entre médicos, enfermeros y administrativos, mientras sus compañeros siguen peleando desde hace más de un año en la primera línea del campo de batalla, por una guerra en la que muchos no colaboran y cuyo final se desconoce.
Mientras en todos los ámbitos las lágrimas siguen fluyendo en familiares y amigos por la pérdida anticipada y arbitraria de vidas que no debieron acabar tan pronto. Mientras San Luis superó los 50.000 casos, tiene casi 7.000 activos y 75 internados en grave estado. Mientras se agotaron las camas y el gobierno se ve obligado a habilitar a las apuradas el Hospital Central Ramón Carrillo, para poder atender a pacientes moderados y asistirlos con oxígeno. Mientras el gobierno lucha a brazo partido para tratar de comprar vacunas, las que sean, a donde sea, pero que lleguen rápido para poder inmunizar a mayor cantidad de argentinos (aún y a pesar del vacunatorio VIP y otras bajezas). Mientras se escriben estas líneas, grupos de ciudadanos se comunican, también apurados, nerviosos, a través de grupos de WhatsApp, para coordinar movilizaciones de protesta y reclamar por la vuelta de la presencialidad escolar.
¿Tanto les cuesta entender que el gobierno NO ESTÁ EN CONTRA DE LA EDUCACIÓN PRESENCIAL, sino A FAVOR DE LA SALUD?
Dicen que una de las máximas del periodista es la objetividad. Ya sabemos que eso no existe. Apenas el esfuerzo por abrazar la imparcialidad, con todas las limitaciones que cada uno tiene desde su propia ideología o necesidades económicas. Este viernes me confieso: EN ESTE TEMA NO PODRÉ SER IMPARCIAL. Mucho menos actuar como un profesional. AVISO: No publicaré una sola línea para promocionar marchas o protestas que considero absolutamente desacertadas, inconvenientes y a contramano de la empatía que todos debiéramos exhibir.
Ahora, recién ahora, termino de entender por qué la Real Academia Española aceptó incorporar en abril pasado el término Covidiota, en el actual contexto…
No descarto, a partir de esta grosera admisión de parcialidad periodística, recibir algún que otro insulto. Lo acepto y son las reglas de juego. Pero prefiero ser honesto conmigo mismo y con los lectores. Al fin y al cabo, cada uno sufre y sobrelleva su cotidianeidad como puede o mejor le sale.
* (Director Apuntes de San Luis)