Mike Pompeo apareció en la reunión del Consejo de Seguridad y advirtió: "Elijan de qué lado están, si con las las fuerzas de la libertad o con la liga de Maduro y su caos".
El secretario de Estados, Mike Pompeo, hizo una sorpresiva aparición en la reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU convocada este sábado para tratar la situación de Venezuela. El encuentro terminó sin ningún resultado concreto pero sirvió para plasmar la división que la crisis política en el país caribeño generó en la comunidad internacional.
La dura arenga del funcionario de Trump contra el régimen de Nicolás Maduro convocando al resto de países abiertamente a desconocerlo y bloquearlo financieramente, enfrentó una agresiva respuesta de Rusia que acusó a Estados Unidos de golpista. Pero no fue la única potencia en resistir la visión norteamericana. Con su estilo, China también se rehusó a acompañar la condena a Maduro.
Venezuela estuvo representada por el canciller, Jorge Arreaza, quien hizo un detallado repaso de los golpes de Estados que en la historia contemporánea, Estados Unidos instrumentó o respaldó en la región, contra gobiernos democráticos.
Pompeo no se quedó atrás y acusó a Moscú de sostener y proteger al "Estado mafioso ilegítimo" de Maduro y volvió a pedir que se reconozca a Juan Guaido como el legítimo líder del país. Fue en ese momento que el representante ruso en la ONU, Vassily Nebenzia, acusó a Washington de "orquestar un intento de golpe de Estado".
Pompeo respondió que finalmente llegó el momento de que los países "elijan de qué lado están, si con las las fuerzas de la libertad o con la liga de Maduro y su caos. Llamamos a todos los miembros del Consejo de Seguridad a apoyar la transición democrática en Venezuela y el papel que tiene en ella el presidente interino Guaidó", afirmó.
"Rusia, China, Siria, Irán y Cuba, añadió, respaldan un régimen que viola los derechos humanos de su propio pueblo. Ninguno apoya la democracia y usan este micrófono para condenar la injerencia externa", agregó.
El secretario de Estado también pidió al resto de los países que ahoguen financieramente a Maduro, como acaba de hacer el Reino Unido que le impidió acceder a 1.300 millones de dólares en oro, depositados en la Banco de Inglaterra. "Esperamos también que cada una de esas naciones se aseguren de desconectar sus sistemas financieros del régimen de Maduro y permitan que los activos que pertenecen al pueblo venezolano vayan a los legítimos gobernantes de ese Estado", afirmó.
La reunión del Consejo de Seguridad sirvió también para cristalizar las posiciones en la comunidad internacional. Estados Unidos logró el respaldo de Perú, Colombia, Argentina, Brasil y el Reino Unido, entre otros, quienes respaldaron a Guaidó como "presidente interino". Mientras que los principales países de Europa prefirieron buscar una vía "intermedia" y advirtieron a Maduro que tenía ocho días para convocar a nuevas elecciones presidenciales o reconocerían a Guaidó.
Esto mereció una durísima respuesta del número dos del régimen, Diosdado Cabello, quien afirmó: "¡Váyanse bien largo al carajo, que a los venezolanos nadie nos da órdenes! ... ni nos van a decir si se hacen elecciones o no".
Rusia encabezó en la tensa reunión la resistencia a la posición de Estados Unidos. Una posición que compartieron China, Guinea Ecuatorial, Sudáfrica, Bolivia y Cuba, entre otros países que pidieron el respeto a su soberanía y el derecho a resolver sus asuntos sin injerencias extranjeras.
"Si algo representa una amenaza a la paz es la descarada y agresiva postura de Estados Unidos y sus aliados enfocada a deponer al presidente de Venezuela electo legítimamente", afirmó el embajador ruso ante la ONU, Vassily Nebenzia.
En el mismo tenor, los países que comparten la posición rusa, advirtieron que el derrocamiento del gobierno de Venezuela sentaría un precedente muy peligroso de consecuencias funestas que podrían extenderse a otras naciones en el futuro y recordaron las crisis generadas recientemente en Medio Oriente y el norte de África tras la destitución de gobiernos legítimos en países de esa región.
México y Uruguay, por su lado, reiteraron su reconocimiento al Gobierno de Maduro y volvieron a ofrecerse para facilitar un diálogo entre el régimen de Maduro y la oposición liderada por Guaido, siempre con respeto absoluto a la soberanía e independencia del país.
Por último, el canciller venezolano afirmó que la reunión demostró que su país no está solo frente a los intentos de golpe de Estado orquestados por Estados Unidos "y sus satélites" en la región y afirmó que el Gobierno venezolano está abierto al diálogo, citando como ejemplo el proceso en Santo Domingo, abandonado por la oposición en el último minuto.
Arreaza consideró que la intención de derrocar al Gobierno venezolano es "descarada, evidente". "Se le ven las costuras por todos lados a este intento de golpe de Estado. Es una estrategia muy burda", concluyó.