Este fin de semana un grupo de dirigentes y militantes de la Unión Cívica Radical dejó constituido un sector político denominado “Somos Radicales”, que impulsa un partido que salga “del confort de las minorías que solo beneficia a un puñado de dirigentes” y que no sea “funcional al oficialismo, cuya única misión sea ser opositor de la oposición, para que de esta manera lo único que se logre sea la continuidad del gobierno feudal”.

Las divergencias en el seno de la UCR recrudecieron el año pasado, antes de romperse el frente que integraban con Avanzar, el PRO y la DC y la elección en la que el radicalismo con la candidatura de José Luis Riccardo cosechó menos de un 5%.

Tras la paupérrima elección comenzaron los pases de facturas entre los “radicales puros” y los “frentistas” y la ruptura se veía venir. Ahora, a un año de la crucial elección de 2023, dirigentes y militantes de los departamentos Pueyrredón y Pedernera resolvieron conformar este nuevo sector, enfrentado con la estrategia partidaria de la conducción que encarnan Ceballos-Cacace.

En este sentido, dieron a conocer un comunicado a manera de declaración de principios, titulado “La provincia que queremos, el radicalismo que necesitamos”, en el que expresan desear “un radicalismo al servicio del pueblo y no de una facción  de dirigentes”, resaltando que “las mezquindades, las componendas y los acuerdos espurios son los que nos llevaron a la derrota catastrófica en las pasadas elecciones”, cuestionan.

“La elección del nombre que nos identifica, ´Somos Radicales´, es porque reivindicamos nuestro sentido de pertenencia y los valores que caracterizan a nuestro más que centenario partido: la defensa de los valores democráticos, la transparencia y la honestidad, la independencia de los poderes y el republicanismo”, sostuvo un dirigente puntano.

Por lo que ha trascendido, esta nueva corriente ha elegido una mesa provincial, que integran Hugo “Pipo” Rossi, Rosa González, Víctor Sosa, Celeste Aparicio , Elena Pastor y Roberto Pagano. 

(Apuntes de San Luis)