OPERARON A UNA BEBA DE TAN SÓLO 48 HORAS DE VIDA EN VILLA MERCEDES

(Por Eduardo Gargiulo).- La intervención tuvo lugar ayer lunes en el Policlínico Regional “Juan Domingo Perón”. Fue de urgencia, por una rara malformación en el esófago. 

Varias horas de la mañana de este lunes 15 de octubre estuvieron abocadas a salvar la vida de Alma, una pequeña que nació con una “rara malformación producida por falta de continuidad esofágica”, se informó oficialmente. 

“El esófago es un tubo que une la laringe con el estomago. Al no tener continuidad, si a la pequeña no se le resolvía la situación en forma urgente, podía llegar a morir por asfixia”, explicó el Dr. Roberto Schwartz, cirujano infantil que comandó un amplio equipo de trabajo multidisciplinario.

Además, la parte distal del esófago esta unido al árbol respiratorio, por lo que se le debió realizar una cirugía para darle continuidad al esófago y resolver la fístula que podía ocasionar daño pulmonar permanente. 

“Se necesita mucha tecnología y formación neonatal para resolver este problema y un equipo quirúrgico entrenado para resolver este tipo de cirugía. No es común que se hagan en la salud pública”, evaluó el Dr. Schwartz, quien además es Coordinador del área Salud del Departamento Pedernera. 

Por estas horas, la pequeña Alma transcurre el post operatorio, que hasta el momento presenta parámetros normales, según el parte médico dado en la noche del lunes.

Participaron de esta compleja cirugía, el Servicio de Neonatología, el equipo de cirugía infantil, anestesistas y enfermeros. Otra vez, la salud pública haciendo punta en calidad profesional y tecnología. 

Malformación

El esófago es un tubo elástico que mide unos 25 centímetros de largo. Conduce la comida desde la parte posterior de la garganta hasta el estómago. Está situado por detrás de la tráquea. 

El esófago contiene fibras musculares que le permiten hacer movimientos para que se pueda deglutir el alimento. El diagnóstico preciso de la beba es Atresia de Esófago tipo 3 a. La Atresia de Esófago (AE) es una malformación del esófago, no hereditaria y se debe a una falla en la canalización del esófago, que normalmente ocurre en la octava semana después de la concepción.

La malformación presenta  un esófago con dos segmentos; el segmento superior se conecta con la garganta y termina en un saco ciego y el segmento inferior presenta un extremo superior cerrado y otro inferior que se conecta al estómago. Sin embargo, los dos segmentos no se conectan entre sí.

Hay coincidencia en que la Atresia Esofágica es el resultado de una falla en el desarrollo, aunque se desconoce exactamente cuál es la causa. No obstante, se reconoce que no tiene nada que ver con lo que la madre comió, bebió o estuvo expuesta. 

Se da un caso cada 3.000/5.000. Este es un problema que puede ser potencialmente fatal y que requiere intervención inmediata debido a que la saliva y las secreciones gástricas se pueden aspirar hacia los pulmones a través de la fístula. Además, el proceso de deglución y digestión normal del alimento no se puede realizar con el esófago anormal. 

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