Fue encontrado el viernes, 6 días después de su desaparición. Al momento del análisis, el tiempo de muerte era superior a cinco días, estimó el médico forense.
En un examen preliminar, el médico forense de la Tercera Circunscripción Judicial, Gustavo Lafourcade, indicó que el cuerpo hallado en el paraje El Adobe —que corresponde a Alejandro Jesús Ochoa, según el reconocimiento hecho el sábado a la mañana por un familiar en la Morgue de Concarán— estaba en estado de descomposición, había sido mutilado, tenía una mordaza de tela ceñida a la boca anudada por detrás y otra en el cuello, según lo detallado el sábado en un comunicado por la Dirección de Prensa y Comunicación Institucional del Poder Judicial. En el cuello, el médico forense “observó una herida cortante que compromete totalmente la tráquea y grandes vasos sanguíneos”, indicaron.
Asimismo, el cadáver examinado “presentaba lesiones en el rostro, zona dorsal, tórax, abdomen, extremidades superiores e inferiores”, refirieron. Precisaron, además, que el tiempo aproximado de muerte al momento del análisis era “superior a cinco días”.
El médico elevó el sábado a la jueza Penal de Concarán, Patricia Besso, el informe del examen hecho el viernes a la noche, en el que señala que estudió el cadáver de un hombre de contextura robusta, de unos 35 a 40 años.
A través de prensa del Poder Judicial la magistrada informó que se ha dispuesto el cambio de carátula de “Su denuncia” a “Privación ilegítima de la libertad seguida de muerte”.
El sábado a la mañana, en la Morgue Judicial de Concarán, Fernando Ochoa reconoció el cuerpo hallado en El Adobe. Dijo que se trata de su hermano, el productor rural de 35 años que estaba desaparecido desde el sábado 27 de marzo. Si bien la autopsia se iba a realizar ayer mismo en la Morgue Judicial de Villa Mercedes, fuentes judiciales confirmaron que se llevará a cabo este domingo al mediodía.
Tras seis días de intensa búsqueda, el cadáver fue hallado pasado el mediodía en una obra en construcción del paraje ubicado en el kilómetro 17 de la ruta 1, a unos dos kilómetros del casco céntrico de Cortaderas. “En el estado en el que estaba, no pudo haber estado tanto tiempo en ese lugar y que los vecinos no se hayan dado cuenta, por el olor”, consideró una fuente ayer.
Según denunció Ivanna Ochoa, una de las hermanas de Alejandro, el hombre de 35 años desapareció el 27 de marzo cerca de las 19:30. La mujer expuso en la Subcomisaría 22ª de Cortaderas que fue golpeado y secuestrado por dos sujetos armados y encapuchados que ingresaron a una propiedad ubicada en la calle La Pituca del loteo Suelos Puntanos. Dijo que fue alertada por un amigo de Ochoa que estaba junto a él al momento de su desaparición y que pudo no ser advertido por los secuestradores ya que se escondió entre las malezas.
Iván Coria, el abogado que junto a su colega Leandro Fassi González representa de la familia de la víctima, contó que los familiares de Ochoa “están conmocionados desde el minuto uno y ahora, después de encontrarnos con el panorama menos deseado, mucho más”. Señaló que le solicitó a la jueza Besso que “la autopsia sea muy minuciosa, por las características que presenta el cuerpo y por dónde fue encontrado”.
Coria refirió que junto a Fassi González tomaron la representación de la familia Ochoa el martes pasado. “El miércoles estuvimos reunidos con la jueza y con el fiscal (Carlos Leloutre) y por la noche participamos de una pericia dentro del domicilio de Alejandro, para determinar si había restos biológicos, pero dio resultado negativo. Requerimos que esa misma pericia fuera hecha a unos 20 o 30 metros (de la vivienda), donde hay una casa abandonada, donde según el testigo principal, dos personas lo redujeron a Alejandro. Pero la bioquímica de la Policía dijo que no se podía, porque es una prueba que se realiza dentro de domicilios, dado que al aire libre no se puede hacer”, comentó el abogado, y agregó que insistirán en que se realice la reconstrucción del hecho y que se investigue si la casa en construcción donde fue hallado el cadáver hubo albañiles trabajando después de la desaparición de Ochoa.
“Hicimos rastrillaje de toda la zona de Cortaderas, al norte. De ahí coordinamos un punto e hicimos el rastreo con personal de Canes quienes pudieron detectar el cuerpo por medio de los perros. Ese lugar (en referencia al sector donde está la obra en construcción) no había sido rastrillado anteriormente”, aseguró el director de Investigaciones, el comisario mayor José Alberto Velázquez. Los familiares y amigos del productor rural han aseverado que ellos mismos recorrieron el sitio días atrás y no hallaron nada.
“Hoy (por ayer) hicimos otro rastrillaje con personal de la Subcomisaría 22ª de Cortaderas y de los departamentos Homicidios e Investigaciones, para ver si hallábamos algún indicio o elemento de interés para la causa, pero dio resultado negativo”, dijo el comisario Velázquez.
El Diario de la Republica