El Congreso Provincial del Partido Justicialista del viernes pasado definió y aclaró el camino electoral de este año: habrá internas, entre otras grandes determinaciones.
Y en ese camino se tomaron muchas decisiones que sacudieron los cimientos de la estructura partidaria más poderosa de la provincia. Por ejemplo, el cambio de apoderados partidarios y la creación de una comisión de acción política que delineará el camino y las estrategias con un norte muy preciso: ganar la confianza del electorado que le permita consolidar el proyecto político provincial desde el timón de Terrazas del Portezuelo.
En el camino quedaron atrás los choques y escarceos vividos en los días previos, especialmente el miércoles pasado en la sede del PJ.
Tras el gran cónclave del viernes Adolfo Rodríguez Saá puso en las redes un video donde hace una directa alusión a su enfrentamiento con su hermano a quien lo acusa de maltrato, pero lo enfatiza en un tono sentimental, emotivo y familiar apelando a los códigos recibidos en el ámbito hogareño, especialmente la educación recibida de sus padres.
Fue entonces su hermana Zulema la que se encargó de responder a ese mensaje también con un tenor ligado a los valores familiares.
“Querido Adolfo: esto nunca ocurrió. Nuestros padres nos enseñaron a tener valores, a ser buenos hermanos, unidos, a proteger a la familia, a ayudar al prójimo. Esto que nos haces vivir, nos provoca mucho dolor. Ver a mi hermano mayor, agrediendome, riéndose de mi, no es lo correcto. El diálogo, el respeto y el amor de hermanos es lo más importante. Adolfo querido, estás mal asesorado, estás mal rodeado. No es lo que aprendimos desde chicos. Juntos lograron muchos éxitos. Adolfo por qué no reflexionas? Tu hermana que te quiere”.
¿Se aflojarán las tensiones? ¿Cederá la pirotecnia verbal? Es difícil saberlo. En el seno del justicialismo de San Luis se están escribiendo páginas inéditas y no menos inesperadas, centradas en el enfrentamiento de los hermanos Roríguez Saá, los caudillos con mayor poder de convocatoria jamás conocido en la historia política provincial y que se tradujo en el desenvolvimiento de una gestión de gobierno de gran solidez durante 35 años y que hoy ha desembocado en lo menos imaginado: el choque de los autores de la transformación provincial sin parangón en Argentina.