La ciudad bailó al ritmo de murgas y comparsas. Trece comparsas de distintos barrios mostraron todo su talento ante un público que colmó la ex estación de trenes puntana.
El Centro Cultural “José La Vía” se llenó de color, plumas, brillo y ritmos brasileros y rioplatenses este sábado con la fiesta de carnaval. Al compás de murgas y batucada, trece comparsas con integrantes de todas las edades desfilaron por el estacionamiento para el disfrute de más de 1500 asistentes.
Repiques de redoblantes y tambores inundaron la avenida Lafinur y la avenida Illía para una fiesta pensada para todas las edades. Además, hubo food trucks para disfrutar una noche con clima ideal dentro y fuera del predio. Para los más chiquitos hubo juegos. Y los artesanos aprovecharon para ofrecer sus productos.
Para llegar de la mejor forma, los grupos ensayan y practican todo el año. Las familias hacen un gran esfuerzo para que cada integrante cuente con los vistosos y coloridos trajes característicos. La comparsa O´ Bahia fue una de las protagonistas de la noche y estuvo integrada por 70 pasistas. El grupo tiene 10 años participando de los carnavales. “Cuando salimos a bailar, llevamos el orgullo en la sangre”, comentó Rosemarie Yañez.
También, hubo representantes del barrio SCAC. Se sumaron a la propuesta con 60 integrantes y señalaron que recorrer el sambódromo moviendo los cuerpos “les llena de felicidad y alegría”.
Los chicos de “Rejunte Murguero” del barrio Eva Perón le agregaron un toque especial y recalcaron que la mayor razón para participar es la diversión. Junto a ellos, estuvieron las murgas Los Indiecitos, Hechizo Murguero, La Quinta Nota, Paso Grande, y Tubará. Mientras que en la categoría comparsas bailaron también, Ritmo Joven, Arayevi, El Eva te Abraza, Estrellitas del 500 Sur, Domadores de Suegras y Batería Tormenta Puntana.
La directora de Cultura del Municipio, Sol Salomone, explicó que la idea fue darle un espacio a cada murga y comparsa de la ciudad para que mostraran su trabajo. Y que se cuidó que cada una tuviese su momento especial, por lo que no se planificó como una competencia.
Las palmas y la espuma terminaron de darle más festividad a una noche mágica, que cerró al ritmo de “Zona Kumbiera”, que hizo bailar a los pasistas y al público por igual para coronar el carnaval capitalino a pura cumbia.