Los analistas esperaban un 2,4%. Alimentos y bebidas fue una de las grandes sorpresas con un alza de apenas el 1,3%.
(LPO).- Luego del repunte del 2,2% de junio, la inflación retomó la senda bajista y se ubicó por detrás de las expectativas del mercado. En esta ocasión, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) marcó un alza del 1,9% y acumula un 15,8% en los primeros siete meses del año.
La mayor sorpresa fue en alimentos y bebidas, donde los analistas preveían una fuerte suba que iba a traccionar el índice al 2,4%, según indicó el último REM. Sin embargo, el incremento en este rubro fue uno de los más bajos al reportar un ajuste del 1,3%.
Solo se observó un menor movimiento en Educación (0,1%), Comunicación (0,7%) y Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (1%).
Por el contrario, los saltos más relevantes se vieron en Equipamiento y mantenimiento del hogar (3,9%), Prendas de vestir y calzado (3,3%), Recreación y cultura (3,3%) y Salud (2,2%).
Particularmente en el último mes, fueron los bienes (2,3%) los que motorizaron los aumentos, más que los servicios (1,1%) que siguen afectados por la recesión y la cuarentena en buena parte del país.
Bajo otra clasificación, los precios estacionales avanzaron un 0,9%, los regulados un 0,5% y la inflación núcleo fue del 2,5%. De esta manera, la inflación interanual se desacelera al 42,2% y llega al menor nivel de los últimos 12 meses.
De cara al futuro, el economista del CEPA y actual funcionario del gobierno, Hernán Letcher espera que "las tarifas de servicios públicos mantendrán el congelamiento hasta finales de año, comunicaciones tendría un incremento de alrededor de 10% a partir de septiembre y el precio de las naftas podría tener alguna actualización".