Otra vez el senador Adolfo Rodríguez Saá vuelve a ser noticia y no de la mejor manera. Esta vez en una suerte de capricho incomprensible empantanó el desarrollo de una ley que marcará una historia para el universo jurídico nacional. Se trata de la ampliación del número de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. En franca oposición a lo que todos o casi todos los gobernadores del territorio nacional sostienen y que consiste en llevar a 25 la cantidad de magistrados en la SCJ, el senador y ex gobernador puntano, a tono con el pensamiento opositor macrista, paralizó el tratamiento.
El asunto esa analizar si su actitud tiene que ver con un planteo político jurídico o en realidad, la cuestión de fondo es una estocada a un tema vital que anima, entre otros mandatarios su propio hermano y esta acción no es más que un golpe de represalia en su enfrentamiento personal pero que afecta a todo el país en un hecho trascendental. ¡Lamentable!
(LPO).-El oficialismo del Senado tuvo que suspender la sesión que estaba prevista este jueves para tratar la ampliación de la Corte Suprema a 25 jueces, porque Adolfo Rodríguez Saá se niega a votar la iniciativa y no están los números para aprobarla.
Este miércoles se lo confirmó temprano al jefe de su bloque José Mayans, quien prometió continuar el debate junto a Cristina Kirchner para encontrar una solución. Intentarán que al menos ayude con el quórum y se abstenga, para facilitar la aprobación, según informó el sitio digital La Política Online.
En ese caso, el plan es que Cristina no presida la sesión y lo haga Claudia Ledesma, para que desempate a favor de la ley si hay empate en 36. Adolfo debería ser el 37 del quórum y abstenerse. Por ahora es sólo un plan posible para agosto.
Además, Mayans consideró imposible continuar con la sesión del jueves por las dificultades de algunos senadores oficialistas para conseguir vuelos y hasta problemas de salud. Iba a ser el 14 pero, pero se anticipó por la escasez de tickets aéreos.
Para ese entonces, el jefe del oficialismo imaginaba aprobar la Corte de 25 con los 37 votos justos: 35 propios y el aporte de la misionera Magdalena Solari Quintana y la riojana Clarita Vega. El rionegrino Alberto Weretilneck, otro aliado, tiene su propio proyecto de un tribunal de 16 miembros.
Había algunas dudas por el santafesino Marcelo Lewandowski, porque el gobernador Omar Perotti no firmó el documento de 16 de sus colegas para pedirle al presidente una Corte de 25.
Pero Perotti envió señales de que no está en sus planes ser un obstáculo para la sanción de una ley que lo perjudicaría, porque su provincia tiene 2 integrantes del máximo tribunal y, según el acuerdo entre sus colegas, debería ceder uno.
Con Adolfo no hubo negociación posible. El martes lo recibió en su despacho Oscar Parrilli, mano derecha de Cristina Kirchner y uno de los impulsores e la Corte grande. Trató de ablandarlo pero no fue posible.
Adolfo considera que el proyecto para que la Corte de 25 miembros puede ser declarado inconstitucional. Y defiende el suyo para que sea de 9. Buscarán convencerlo para que ayude con el quórum en agosto.
Con Mayans hubo un diálogo más prolongado. El ex gobernador puntano explicó que el proyecto está flojo de papeles, porque amplía la cantidad de jueces, no deja claro cómo se van a designar, pero hay un acuerdo de palabra con el presidente para condicionar la metodología de nombramientos.
Consistiría en un decreto de delegación de facultades para que las provincias propongan cuatro candidatos, el jefe de Estado seleccione uno y envíe el pliego al Senado. Adolfo cree que es inconstitucional, porque la Carta Magna obliga a legislar con los «pactos preexistentes» y no con los que se anuncien por youtube.
También defendió su proyecto, que lleva la Corte a 9 miembros, con cupos regionales y paridad de género. Fue presentado 3 veces y muy cerca de ser sancionado en 2016, cuando Mauricio Macri necesitaba del Senado para cubrir dos vacantes.
El último argumento de Rodríguez Saá para oponerse es el que voceros del Frente de Todos usan para explicar la sesión caída: el contexto político, con un presidente que el sábado tuvo que cambiar al ministro de Economía, porque renunció.
Es un reclamo recurrente de la oposición, que en el Senado sigue con una semi huelga de brazos caídos, con escasas presencias en las comisiones. Este miércoles se dictaminaron proyectos acordados, como la promoción a los taxis y el blanqueo para la construcción.
Entre los senadores oficialistas el presente y el futuro del gobierno es tema de conversación en los pasillos y reuniones privadas. En el kirchnerismo hay bronca con Guzmán. «Le dijimos que no iba a llegar a cumplir con el FMI, no pudo y se fue», repiten.
Rodríguez Saá votó en contra del acuerdo con el FMI y si bien no tiene pretensiones de volver a gobernar su provincia, su hermano Alberto no la tiene nada fácil para reelegir. El año pasado perdió la elección legislativa con la lista liderada por el diputado Claudio Poggi, su ex aliado y candidato a sucederlo.
En cualquier caso, Adolfo puede reelegir como senador. Para posicionarse, Alberto considera que debe alejarse de su perfil kirchnerista y por eso evitó la foto con Cristina la semana pasada, cuando fue uno de los 7 gobernadores que expuso a favor de la Corte de 25.
La vicepresidenta los esperó a todos en su despacho, pero como el puntano se fue no hubo foto. Adolfo no participó del plenario porque tenía Covid 19 y supo desde su aislamiento que su iniciativa para una Corte de 9 miembros había sido ignorada.
«No me pueden pedir que apoyo por disciplina de bloque y ni siquiera tienen la garantía de la sanción en Diputados», fue otro de sus argumentos en sus charlas de estos días. Trataran de convencerlo para el mes que viene. Por ahora no fue posible.
(LPO - Apuntes de San Luis)