HIPOCRECÍA POGGISTA PURA- CUANDO LAS PROCLAMAS DE APERTURA, DERECHOS Y DEMOCRACIA ES PURO VERSO: EL POGGISMO Y LA UCR NEGARON EL USO DE LA BANCA DEL VECINO A LA ASOCIACIÓN AMIGOS DE MERLO

La hipocrecía poggista ya es una marca registrada. Se trata de la escuela y el ADN macrista, donde el doble discurso es una materia principal y tiene en Claudio Poggi el alumno ejemplar. Dar clases de moralina con el cierre del pantalón abierto.

En Merlo se llenaron la boca con un mecanismo de apertura democrática para escuchar al vecino. Pero cuando llegó la hora de ponerlo en práctica lo rechazaron con excusas banales, tan superfluas como el escaso valor de la palabra empeñada por el “poggi-macrismo”. Y todo porque podía rozar los intereses y la imagen de la gestión municipal merlina y para colmo, según ellos, con el riesgo de que se difundiese públicamente. Por las dudas, entonces, prefirieron evitarse un bochorno público.

El portal Infomerlo da cuenta de ello en su crónica acerca del episodio de marras.

(Infomerlo).- Por mayoría, siete concejales se inclinaron por dilatar el pedido que hizo la entidad merlina con la excusa de una mediación iniciada por el municipio, para zanjar las diferencias entre las partes.

El derecho ciudadano avalado por ordenanza de usar la Banca del Vecino quedó distorsionado. Así ocurrió tras la sesión ordinaria del Concejo Deliberante cuando los concejales del poggismo y el radicalismo negaron la posibilidad a la Asociación Amigos de Merlo de expresarse, tal cual lo habían solicitado por nota. Esa negativa de utilizar la Banca del Vecino fue atemperado con una invitación a la entidad para que participe el 6 de septiembre a las 16 de una reunión de comisión plenaria. El oficialismo busca que las diferencias entre el municipio y la asociación no se diriman en público, sino puertas adentro.

El trámite de pedido de la asociación había tenido un primer paso favorable cuando la comisión de Gobierno del Concejo Deliberante dictaminó que se fije día y hora para escuchar a los integrantes de Amigos de Merlo. En general, el uso de la Banca del Vecino ha sido una herramienta siempre abierta en el Concejo Deliberante. Bajo diferentes conducciones del CD y composiciones partidarias del cuerpo legislativo, el criterio democrático de escuchar a los vecinos primó por encima de las diferencias políticas. Sin embargo, ahora la mayoría agravada que suman los ediles del poggismo y la UCR parece inclinarse a tomar otro criterio: la dilación si es que los temas a tratar rozan al Ejecutivo Municipal. Así sucedió cuando la agrupación Juvennat pidió la banca y se la otorgaron con demora.

MARCHAS Y CONTRAMARCHAS

Ese despacho favorable de la comisión de Gobierno para dar vía libre a la asociación Amigos de Merlo en la utilización de la Banca del Vecino tomó otro carril dos días después. En un plenario de ediles, se decidió que no fuera así. ¿El motivo? El concejal de la UCR, Leonardo Rodríguez, informó que existía una “mediación” entre el Ejecutivo y la entidad merlina. Y por eso, se decidió invitar a Amigos de Merlo a participar el 6 de septiembre de la reunión de comisión plenaria y que no usen la banca.

El concejal de Unidad Justicialista, Mariano González, hizo hincapié en ese cambio del despacho de la comisión de Gobierno; decisión trastocada por la mayoría de concejales durante el plenario. Por lo tanto, se deduce que los despachos de comisión de las comisiones internas del Concejo Deliberante si no son apropiados para el oficialismo, se terminan por modificar por la mayoría con la que cuenta el oficialismo en el plenario.

A ese precedente se sumó otro que es una especie de “tutoría política”: poggistas y radicales conjeturaron que era mejor que no se presente Amigos de Merlo en el recinto, ya que en la situación de mediación los podía perjudicar. Se habló de “cuidarlos”. No se conoce cómo saben estos ediles qué dirán o van a exponer los integrantes de la Asociación y por qué necesitan ser cuidados, como ejerciendo una guardería política. Esa presunción es un interrogante que carece de respuesta, como también la especulación de que no sería “productivo” que hablen en el recinto en una instancia de mediación. Mejor, el silencio.

Los concejales, Gastón Fonseca y Virginia Morales del peronismo, también se expresaron en contra de la idea de no ceder la Banca del Vecino. Recordaron que lo natural es que, ante un pedido de ese tipo, se fije fecha para la semana siguiente, cuestión que no está ocurriendo. Por su parte, la concejala, Patricia Morandé, del poggismo interpretó que el plenario de concejales, - una reunión previa a la sesión pública donde está la totalidad de los ediles – pueden surgir cuestiones o “nuevas situaciones” que aclaren o enriquezcan los despachos previos.  Y consideró que el inicio de una mediación entre el Ejecutivo y Amigos de Merlo era motivo suficiente para postergar la Banca del Vecino.

La votación final arrojó que los siete concejales del poggismo y la UCR se inclinaron por enviar una nota al jefe de Gabinete Municipal, Bruno Mini. En esa minuta se solicita al funcionario que informe sobre "estado de situación" de lo que acontece entre el Municipio y la Asociación Civil Amigos de Merlo y sostener la invitación para que esa entidad participe de la reunión de Comisión Plenaria.

(Infomerlo)