(Por Eduardo Gargiulo).- Lo sufrió el actual Delegado del Registro Civil de Villa Mercedes, abogado Roberto Mones Ruiz, el sábado último, mientras el funcionario descansaba junto a su familia en la vivienda que ocupa en calle Las Heras, entre Junín y Pescadores, pleno centro de Villa Mercedes.

La noticia la dio a conocer él mismo, a través de un posteo en su Facebook, en el que describió el desagradable momento que le tocó padecer, y agradeció a Dios que “sólo fueron bienes materiales”, en relación a la notbook de una de sus hijas que un desconocido alcanzó a llevarse como botín.

“Vamos a seguir porque este tipo de hechos demuestran que estamos en el camino correcto”, reflexionó, tras haber afirmado: “Todos los días ayudamos, todos los días colaboramos, pero se ve no alcanza”.

Sus palabras parecieron indicar que atribuía cierta intencionalidad a su militancia política, enrolada desde siempre en el oficialismo gobernante, y a la interna que se vive en la actualidad.

– No tengo ningún elemento que me lleve a pensar eso y deseo de todo corazón que no tenga nada que ver la política con esto. Pero me llama la atención el modo y la hora, se sinceró Mones Ruiz ante Apuntes de San Luis.

Explicó que “no es común que un delincuente pretenda robar un domicilio forzando una ventana que da a la vereda, en pleno centro, a las 8 de la mañana, haciendo el ruido que hizo. Es altamente probable que con la luz del día alguien lo hubiera podido ver y que nosotros mismos, dentro de la casa, lo advirtiéramos, porque nos despertaron los golpes a pesar que nuestras habitaciones están en la planta alta…”.

Lo cierto es que tras los gritos de Teresa, su esposa, cuando bajó de las escaleras el desconocido que había ingresado medio cuerpo por la robusta ventana tras forzar la persiana de madera, se dio a la fuga, llevando consigo la computadora portatil.

“Fue un momento muy desagradable, más cuando estás con tu familia, que es lo que uno más valora y protege. Se sentís vulnerado en donde mejor estás, que es en tu hogar. Así que ahora deberé tomar más medidas de seguridad, reforzar todo y rogar que esto se esclarezca y no vuelva a suceder”.

Apenas se conocieron los hechos comenzó a “recibir llamados de solidaridad de toda la provincia”, comenzando por su propio hermano Eduardo  (vice gobernador). Les agradezco a todos la preocupación, valoro las palabras de apoyo y aliento y me reconforta el acompañamiento que he recibido. Te repito: espero que esto que me pasó sólo sea un hecho más de inseguridad, algo al voleo, como le puede suceder a cualquiera. Pero en la intimidad necesito una respuesta, saber si la motivación fue nada más que el robo, o hay otra cosa. Lo material no me interesa, es lo de menos”.

Aunque por discreción no lo dice, no es del todo descabellado vincular este hecho al contexto de la interna en las filas del justicialismo, después que la semana pasada se sucedieron actos vandálicos en las sedes del PJ y de la CGT, donde arrojaron pintura contra los murales del abrazo de Perón y Evita, e incluso paralelamente se intentó viralizar un apresurado y falso lanzamiento provincial de su hermano por la sucesión del propio gobernador Rodríguez Saá.

Coincidiendo con los deseos del funcionario, es de esperar que la política nada tenga que ver con lo sucedido. Sería lamentable y gravísimo advertir la existencia de elementos marginales capaces de apelar al “todo vale” a modo de represalia o apretada mafiosa.