ESTUPOR PÚBLICO POR MISERABLE COMENTARIO DE UN CURA SOBRE VERÓNICA BAILONE

(Por Eduardo Gargiulo).- Desafortunado, desubicado, horrendo, malicioso, son algunos de los adjetivos que caben al infeliz comentario que escribió en una red social el presbítero Juan María Casamayor, a raíz del fallecimiento de la vice intendenta Verónica Bailone, y que provocaron que el propio obispo Gabriel Barba emitiera un comunicado público pidiendo perdón en nombre de la Iglesia de San Luis.

Los hechos ocurrieron en el Facebook oficial de la Municipalidad de Unión, donde el intendente municipal Marcos Gabriel Espósito comunicó la muerte de la joven funcionaria y expresó su pesar a los familiares.

Fue precisamente allí donde Casamayor, que se desempeña hace muchos años en el sur,  eligió expresar su veneno, con cierta desprolijidad en la redacción pero de todos modos con un mensaje entendible que causó indignación.

Rápidamente el propio prelado cosechó cientos de repudios públicos, incluso en su propio Facebook, donde le dijeron menos bonito de todo.

La repercusión alcanzó tal volumen que llegó a oídos del Obispo Gabriel Barba, quien rápidamente redactó un duro comunicado exigiendo que Casamayor se retracte, al tiempo que como máxima autoridad en la provincia, expresó sus condolencias a la familia Bailone y pidió perdón en nombre de la Iglesia de San Luis.

Se estima que frente a tamaño escándalo, el presbítero Juan María Casamayor recibirá algún tipo de sanción o licencia, que lo ayude a reflexionar sobre su desafortunado accionar, que generó la repulsa ciudadana.

Mientras tanto, en su propio muro Casamayor seguía recolectando repudios, con acusaciones incluso de pedofilia y fotos en las que se lo ve bañándose en un río con menores.

La controvertida personalidad del sacerdote no se priva incluso de resaltar como uno de sus ídolos al coronel Mohamed Alí Seineldín, aquel militar golpista que encabezara uno de los alzamientos carapintadas en 1988, durante el gobierno democrático de Raúl Alfonsín.