La localidad norteña de Quines amaneció convulsionada por un caso que, por ahora, es confuso. La Policía encontró al cadáver de un hombre dentro de su auto, cerca de un canal de agua, y buscaba a la esposa que está desaparecida, de acuerdo a información que le aportaron familiares a los oficiales.
La mujer finalmente habría sido encontrada también muerta.
El hombre fue identificado como el ex penitenciario, Edgar Amaya (55 años), que estaba dentro del vehículo, ubicado en cercanías al cementerio municipal, a unos dos kilómetros de la localidad sobre una zona rodeada de emprendimientos productivos. Familiares de Amaya, informaron a la policía que el hombre se había ausentado de su domicilio en la siesta de este lunes (entre las 15 y las 16) junto a su pareja, Dalinda Quevedo (53), de quien tampoco habían vuelto a tener novedades.
Personal policial inició un rastrillaje en las proximidades del canal revestido, que une el denominado corredor Quines – Candelaria. También convocaron al Departamento Homicidios. Criminalística ya estudia las circunstancias de lo ocurrido.
“Es probable que sea un suicidio”, dijo el jefe de la Unidad Regional Nº 5, Martín Fernández, como unas de las primeras hipótesis que surgieron en el caso. Familiares sostuvieron que la relación de la pareja nunca fue buena. En el pueblo se sabe que ambos han tenido problemas de violencia de género y hasta fueron a una mediación para arreglar su situación. Aún convivían en el mismo techo.
Asesinato y Suicidio
Según la versión de la columna de policiales de El Diario de laRepública, la mujer fue encontrada muerta, con un golpe en la cabeza. Él había sido hallado sin vida dentro de su auto, unas horas antes. Sobre Edgar Amaya había reiteradas denuncias por violencia de género.
Añade el artículo del periódico local que cuando hallaron a Edgar Justiniano “Guito” Amaya muerto dentro de su auto, ensangrentado y con los brazos cortados, el hecho de que no ubicaran a su esposa por ningún lado y no la hubieran visto desde el día anterior hizo temer lo peor: que él la hubiera asesinado antes de suicidarse. Unas horas después, esa hipótesis se confirmó, cuando hallaron a la mujer, Dalinda Quevedo, muerta a golpes en el campo.
El caso ocurrió en Quines, presumiblemente el lunes feriado, el mismo día que la pareja salió en auto de su casa, entre las tres y las cuatro de la tarde. Pero fue descubierto recién ayer a la mañana.
Aunque mantenían la convivencia desde hace muchos años, Edgar Amaya, un ex agente penitenciario de 55 años, y Dalinda, de 53, empleada del hospital de Candelaria, tenían una relación muy conflictiva, al parecer por reiterados hechos de violencia de él. De hecho, ella lo había denunciado en más de una ocasión, según los registros de la Comisaría 15ª de Quines, informó el jefe de la Unidad Regional V de Policía, comisario general Martín Fernández.
En algún caso, al parecer Dalinda había impedido la tramitación de su denuncia con alguna exposición en la que manifestaba su decisión de dejarla sin efecto. Pero en otros casos, la denuncia “habría sido judicializada”.
La pareja tenía tres hijos, un varón de unos 24 años, una chica de 21y otra de 14 años. Vivía en una casa de la calle San José, frente a la cooperativa de agua, en la zona urbana del pueblo. De allí salieron el lunes, en su Volkswagen Bora.