(Por Eduardo Gargiulo).- El secretario Adjunto de la CGT, José Ucelay, manifestó su acuerdo con la necesidad de efectuar un paro general el 25 de junio, pero cuestionó que no sea con “la expresión de los trabajadores en la calle”.
El titular del Sindicato de Trabajadores de Obras Sanitarias indicó que como lo advirtiera en anteriores ocasiones, “hay un evidente agravamiento de la situación socio-económica del país, con miles de trabajadores desocupados y millones a los que no les alcanza sus ingresos para llegar a fin de mes, ante la notoria pérdida del poder adquisitivo de los salarios”. (Ver nota relacionada)
“Frente a esta falta de rumbo económico, el gobierno da como únicas respuestas un nuevo endeudamiento millonario con el Fondo Monetario Internacional y más ajuste hacia los trabajadores y los jubilados, nada distinto del camino que tomara la Alianza gobernante hace 17 años y que sabemos todos cómo terminó”, enfatizó.
Por esta razón consideró “oportuno el paro general, que se demoró un poco, pero entiendo que es un error que no sea con movilización, porque es en la calle donde debemos estar luchando y concientizando a la sociedad sobre la necesidad de poner un freno a este modelo económico carente de plan, sin rumbo, que conduce a nuestro país hacia el abismo”.
Ucelay aclaró que las regionales del interior “no pudieron hacer conocer su opinión porque no se nos consultó acerca de la modalidad, pero eso no indica que en cada provincia y en cada ciudad adoptemos la metodología que consideremos conveniente. En nuestro caso, adheriremos pero convocando a manifestarnos en la calle, con todos los compañeros que se sienten afectados y defraudados por este gobierno de CEOs que no se cansa de mentir todos los días”.
Ejemplificó que “las únicas promesas que cumplió este gobierno fue con los sectores más concentrados y ricos de la economía, que fue sacarles las retenciones a las empresas mineras y rebajar aranceles a la soja. Lo demás está en deuda: nunca llegaron las inversiones que prometió, achicó las jubilaciones, despidió miles de trabajadores, no quitó el impuesto a las ganancias del salario, no bajó la inflación, eliminó subsidios a los servicios; dijo que no iba a tomar más préstamos externos y se endeudó con el FMI, y encima recortó el presupuesto de las universidades, pretende desfinanciar el ANSES, subir la edad jubilatoria y modificar la legislación laboral para reducir indemnizaciones. Ni Frankestein podría hacer algo tan terrorífico”, ironizó.
Por otro lado, el dirigente también cuestionó que sus pares a nivel nacional no tomen en cuenta “el sentir y las particularidades de cada región. En nuestro caso, junto al reclamo de parar el ajuste sumamos el pedido de que se reglamente el Art. 699 de la ley de promoción industrial en la provincia de San Luis, que es una herramienta que podría utilizar el Estado para generar la radicación y apertura de nuevas fuentes de trabajo que tanta falta nos hacen, o para evitar que continúe el cierre de empresas”.
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