Fue en la misa de pascuas del Vaticano. Había sido un reclamo de ex presidentes como Correa y Rousseff.
El papa Francisco este domingo en la misa de Pacuas en la basilica del Vaticano.
(LPO).- El papa Francisco pidió condonar la deuda externa a los países pobres durante la misa de pascuas brindada en una desierta Basílica de san Pedro en el Vaticano. Se sumó así al pedido del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag), integrado por los ex presidentes Rafael Correa, Dilma Rousseff y Álvaro García Linera, ex vice de Evo Morales, al que se sumó el ex canciller y senador Jorge Taiana, mano derecha de Cristina Kirchner en la Cámara alta.
"Que se relajen además las sanciones internacionales de los países afectados, que les impiden ofrecer a los propios ciudadanos una ayuda adecuada, y se afronten por parte de todos los países las grandes necesidades del momento, reduciendo, o incluso condonando, la deuda que pesa en los presupuestos de aquellos más pobres", sostuvo durante un tramo de la ceremonia brindada en el basílica de San Pedro y sin público.
No es la primera vez que el sumo pontífice respalda la negociación que Argentina y otros países de la región tienen con organismos internacionales para refinanciar sus pasivos. En febrero encabezó un seminario económico en el Vaticano y le pidió a la jefa del FMI, Kristalina Georgieva, no exigir sacrificios a países deudores, ante la presencia del ministro de Hacienda argentino, Martín Guzmán.
Con la pandemia azotando la economía del continente, el Papa pidió paz en los conflictos actuales en el mundo y enumeró los casos de Venezuela, Yemen, Siria e Irak. Y aprovechó para hablarle al mundo y solicitar una "esperanza a quienes aún están atravesando la prueba, especialmente a los ancianos y a las personas que están solas".
El Papa Francisco este domingo en una desierta basílica San Pedro en el Vaticano.
Recordó a quienes viven "un tiempo de preocupación por el futuro que se presenta incierto, por el trabajo que corre el riesgo de perderse y por las demás consecuencias que la crisis actual trae consigo" y pidió a los gobernantes "favorecer, cuando las circunstancias lo permitan, la reanudación de las habituales actividades cotidianas".
En su bendición, el Papa reclamó también que los "hermanos y hermanas más débiles, que habitan en las ciudades y periferias de cada rincón del mundo, no se sientan solos".
"Procuremos que no les falten los bienes de primera necesidad, más difíciles de conseguir ahora cuando muchos negocios están cerrados, como tampoco los medicamentos y, sobre todo, la posibilidad de una adecuada asistencia sanitaria", concluyo.