Por segundo año consecutivo, la forestación se realizó en un espacio verde frente al predio escolar con ejemplares donados por la Comuna.
La Municipalidad y un grupo de 60 estudiantes del último año de la Escuela Pública Autogestionada (EPA) N°17 “Polo Godoy Rojo”, compartieron una jornada de forestación, en la que plantaron 30 árboles en un espacio verde lindero a la escuela. Participaron de la actividad, la secretaria de Medio Ambiente, María Virginia Lavandeira y el secretario de Turismo, Cultura, Deporte y Juventudes, Matías Follari, entre otras autoridades presentes.
Las especies elegidas fueron nativas, el aguaribay y la tipa blanca, provistas por el Vivero Agroforestal municipal. “Son 60 alumnos y trajimos 30 ejemplares arbóreos con la idea que sean dos alumnos por árbol, para que ellos se encarguen de su cuidado durante todo el año y que la responsabilidad sea compartida”, dijo Soledad Arrieta, directora del Vivero.
Este es el segundo año consecutivo en que se realiza esta actividad y el proyecto escolar es realizarla con todos los egresados. “El objetivo es que los chicos culminen su trayectoria escolar dejando como testimonio un árbol que va a modificar el paisaje del barrio. Quizá con el tiempo este lugar se pueda proyectar como la plaza de los Egresados, que es el proyecto que presentamos a la Municipalidad”, explicó Irene Benegas, directora del establecimiento.
La docente contó que esta es la tercera promoción de la escuela y que la primera cohorte no pudo concretar el proyecto debido a la pandemia. También agradeció la gestión y la predisposición de la Secretaría de Medio Ambiente, no sólo para la donación de los árboles sino también por el asesoramiento brindado sobre los cuidados que requieren.
A través del relevamiento de árboles, el programa Una taza, un árbol e iniciativas conjuntas con escuelas y otras organizaciones, la Municipalidad de San Luis da continuidad a sus acciones en materia de arbolado público, un eje central de la política ambiental de la gestión.
Arrieta explicó que entre sus bondades, el arbolado disminuye la acción del viento y la erosión de los suelos, además de generar oxígeno y aportar sombra. “El año pasado plantamos en el mismo espacio verde y hoy todavía se pueden ver los ejemplares que plantaron los chicos, que están en buenas condiciones. Los beneficios que va a traer esta plantación van a ser para ellos y para la comunidad en general del barrio”, concluyó la funcionaria.