La Justicia Provincial ordenó la expulsión del país de Daniel “El Pizzero” Martínez condenado a prisión perpetua por ser uno de los autores del crimen del kinesiólogo Walter Gramaglia. Junto a él y por la misma causa también se encuentra sentenciado desde el 2008 a la pena de prisión perpetua Alberto Figueroa, ambos alojados en la Penitenciaría Provincial.
El dictamen judicial ordena la expulsión de Martínez del territorio nacional y trasladado a su país de origen, la vecina República Oriental del Uruguay. La medida responde a un requerimiento formulado por la Dirección de Migraciones a tono con las disposiciones nacionales que se están llevando a cabo en todo el país dirigido a expulsar de Argentina a todos aquellos extranjeros que se encuentran en prisión sujetos a las sentencias condenatorias por haber cometido delitos en nuestro país.
En este caso en particular, Daniel “El Pizzero” Martínez acaba de cumplir la mitad de su sentencia y de acuerdo a las disposiciones nacionales que se están desarrollando en la actualidad, cuando delincuente extranjero se encuentre cumpliendo la mitad de su condena tras las rejas se dispone la expulsión del país y su traslado a su nación de origen.
Según pudo saberse sólo resta aguardar que tanto la Justicia como la Policía Federal elaboren las medidas de seguridad en el traslado del asesino de Gramalia hacia territorio uruguayo.
Cabe consignar que hace pocos días se dispuso también la expulsión de un ciudadano chileno, con el consiguiente traslado a su país, que se encontraba cumpliendo condena en la Penitenciaría de nuestra provincia.
El Caso Gramaglia
Cabe recordar que este crimen se constituyó en uno de los hechos de mayor conmoción acompañado de una dosis de incertidumbre y un estado generalizado de angustia en la población en general y a la familia de la víctima en particular.
Walter Darío Gramaglia fue visto por última vez el 22 de septiembre de 2004, cuando salió a sacar la basura a la puerta de su casa, en el barrio denominado 99 viviendas.
Al día siguiente, no fue a trabajar y se inició su búsqueda, que culminó el 9 de octubre, cuando fue encontrado muerto en el fondo del dique La Florida, en la zona serrana de San Luis, a unos 40 kilómetros de la capital puntana.
El joven había sido arrojado allí amordazado, con la cara envuelta con cinta de embalar, la cabeza cubierta con una bolsa de nylon y el cuerpo tapado con una carpa de camión color naranja.
Estaba atado con alambres y una soga a una viga de hormigón.
Por el crimen fueron procesados Figueroa y su empleado "El uruguayo" Martínez.
Posteriormente, se les sumaron el mecánico Pedro Alberto Soria y el albañil Hugo Sánchez, quienes serán juzgados próximamente por su participación en este crimen.
En tanto, la ex secretaria electoral Randazzo, pareja de Figueroa, estaba imputada en el caso por encubrimiento, pero fue sobreseida definitivamente, al igual que bioquímico Gerardo Martín Baudo.
Baudo era un amigo de Figueroa que le prestó el auto y fue en ese vehículo en el que Gramaglia fue sacado de su casa la noche que desapareció.