CRISPACIÓN EN LA COMUNA:EL INTENDENTE PONCE ECHÓ AL SECRETARIO DE GOBIERNO

En la Municipalidad de la Capital se están viviendo momentos raros, complicados. Una gestión en retirada que muestra rasgos de crispación y permanente tensión.

Ayer, apenas pasado el mediodía, a las redes noticiosas que manejan los periodistas entró la noticia menos pensada: el intendente Ponce le había pedido y luego aceptada, claro está, la renuncia del secretario de Gobierno, Francisco Petrino.

El episodio generó sorpresa porque Petrino forma parte de la generación de funcionarios jóvenes que viene acompañando al intendente Ponce desde la primera hora de su gestión.

Sin dar precisión alguna sobre las razones de tal decisión, el escueto anuncio solamente agregaba que el lugar del funcionario despedido sería ocupado por Sebastián Páez Segalá.

Más allá del hermetismo, para los escribas locales no resultó difícil imaginar la posible causal de la salida intempestiva de Petrino del gabinete municipal. Las idas y venidas en torno al estacionamiento medido en Plaza Pringles suena como una razón de peso. Toda una torpeza que se ganó críticas desde todos los costados del arco político.

 La rehabilitación del aparcamiento vehicular alrededor de la plaza principal de la ciudad trajo consigo críticas pero principalmente serios cuestionamientos jurídicos. La medida rehabilitadora mediante alguna resolución que nunca se conoció y sin pasar por el Concejo Deliberante, lisa y llanamente está transgrediendo una ordenanza puntual que lo prohíbe.

Gravísimo..!!!

Pero eso no es todo. Francisco Petrino en su calidad de secretario de Gobierno oficia de espada política del intendente ante situaciones complejas. Y en tal sentido no puede obviarse tampoco el difícil trance por el que atraviesa el pedido de aumento del boleto de Transpuntano en el Concejo Deliberante. Allí el asunto está empantanado. No arranca para ningún lado.

Para colmo, allí radica una posición intransigente del municipio de reclamar un boleto de $ 32,50, un verdadero dislate que marcha a contramano de la fragilidad económica por la que atraviesa el sector vulnerable de la sociedad que constituyen los usuarios de ese servicio de transporte urbano.

Peor aún, los defensores de semejante aumento que han oficiado de voceros del municipio en el debate, han amenazado con un feroz despido de empleados de la empresa si no se hace lugar al antojadizo aumento.

Pero no todo se detiene allí. Pareciera que en la actualidad el intendente Ponce estará atravesando por una crisis emocional que la ha tornado demasiado  temperamental. Además de echarlo a Petrino, también ha propugnado por la expulsión del juez de faltas, Alejandro Ferrari y de su mismísimo sobrino, el concejal Luis “Piri” Macagno del parlamento comunal de la ciudad. Demasiado nerviosismo en el despacho principal. Demasiada crispación en el  camino de salida…