CRISIS INDUSTRIAL EN ARGENTINA: 3 GRANDES FIRMAS FRENAN LA PRODUCCIÓN

(Por Eduardo Gargiulo).- Se trata de Electrolux, Helvética y General Motors. Se debe a la caída del consumo y a la apertura comercial. También cerraría MABE San Luis. 

El fabricante de electrodomésticos licenció a la totalidad del personal, la automotriz inició un esquema de suspensiones rotativas y la productora de acoplados paralizó su producción hasta fin de año. Desde la UOM señalaron que la caída en el consumo frente al escenario de estancamiento con alta inflación “afecta a toda la actividad productiva". 

El fabricante de electrodomésticos Electrolux licenció a la totalidad del personal, la automotriz General Motors inició un esquema de suspensiones rotativas y la productora de acoplados Helvética paralizó su producción hasta fin de año. Desde la UOM lo atribuyen a la caída de la demanda interna y el persistente proceso de apertura comercial. 

Las vacaciones adelantadas del personal de Electrolux se extenderán durante todo octubre y afectarán a los 1000 operarios que se desempeñan en la planta rosarina donde, entre otros bienes, se producen heladeras. La firma pretende así reducir sus costos operativos frente al descenso abrupto de las ventas que incrementó sus stocks. 

Desde la UOM señalaron que la caída en el consumo frente al escenario de estancamiento con alta inflación “afecta a toda la actividad productiva, tanto a línea blanca, como a carroceras y fundiciones”. 

Cabe recordar además, que Electrolux despidió el año pasado a 80 trabajadores. Dos meses atrás la empresa y el gremio acordaron que no habría despidos hasta fines de 2018. En General Motors los 1400 operarios comenzaron a rotar con suspensiones y, en consecuencia, a cobrar sólo el 70 por ciento de sus sueldos. 

En esa misma línea, la fábrica de acoplados Helvética de Cañada de Gómez estableció la suspensión de sus 90 trabajadores y el pago de la mitad del salario hasta fin de año “para aguantar la caída de ventas, que llegó al 90 por ciento”, indicaron desde la empresa. (Ámbito Financiero)

En San Luis también

El lunes último la empresa MABE, instalada en el Parque Industrial Norte en la capital de San Luis, no abrió sus puertas, negándole el ingreso a su personal, aproximadamente 250 trabajadores. Hace un mes la firma se había declarado en crisis económica. 

La fábrica de capitales mexicanos MABE, que ya venía amenazando con cerrar su planta en San Luis desde hace tiempo, tomó una determinación que generó gran preocupación en sus empleados: suspendió su producción y a todo su personal. 

Los trabajadores se presentaron en la planta este lunes por la mañana y se encontraron con la imposibilidad de acceder. 

MABE había presentado un plan de crisis hace un mes para afrontar la crisis económica del Gobierno, pero sus empleados no esperaban que el cierre se produjera tan rápido. 

La empresa de electrodomésticos de “línea blanca” (lavarropas, heladeras) venía desde hace varios meses con problemas: en mayo ya había suspendido parte de su personal por la crisis. 

"La fábrica de manera totalmente arbitraria y haciendo caso omiso a la presentación preventiva de crisis presentada hace cerca de un mes, decidió de manera abrupta dejar de producir y suspender a todo el personal", alertó Luis Álvarez, delegado de los trabajadores de MABE. 

Los empleados se reunieron en la puerta de la planta y pidieron la presencia de Relaciones Laborales para constatar "que se nos ha negado el ingreso a la fábrica", informó el delegado. 

La apertura de las importaciones, unido a la fuerte crisis que produjo un impacto negativo en las ventas, hizo que los representantes de Mabe alertaran sobre la caída del consumo y la pérdida de competitividad de sus fábricas. 

Los empresarios representantes de Mabe advirtieron a principio del corriente año que el cambio brusco de la devaluación afectaba el mercado, ya que en los años 2016 y 2017 la producción se retrajo 41 %. 

Una de las primeras plantas de la firma víctimas de la situación fue la de Haedo, en Buenos Aires, que debió cerrar dejando en la calle a 120 trabajadores. La planta de San Luis también sitió los efectos de la crisis: en mayo hubo suspensiones y, desde entonces, los trabajadores debieron resignar salarios y esperar que no ocurra lo peor, ya que la empresa presentó un “plan de crisis”. Lo ocurrido el lunes pasado hace pensar lo peor. 

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