CONTINÚA EL CONFLICTO EN EL TRANSPORTE PÚBLICO INTERURBANO Y VILLA MERCEDES

Todo indica que el transporte público en Villa Mercedes y buena parte del transporte interurbano seguirá paralizado, como consecuencia de la falta de pago de sueldos a los choferes.

El conflicto comenzó a principios de este mes, cuando varias empresas del interurbano y Sol Bus, que tiene la concesión del transporte público en Villa Mercedes, no abonaron el total de los sueldos de abril.

Ante esta situación, los choferes nucleados en UTA comenzaron a realizar las llamadas asambleas de punta de línea, que en la práctica se traducen como paros parciales.

El pasado lunes 11 los 60 choferes de Sol Bus en Villa Mercedes dispusieron un paro por tiempo indeterminado, dado que la empresa solo les depositó el 40% de los sueldos y alega no poder afrontar el pago total por la crisis en sus ingresos a partir de la pandemia del coronavirus.

El lunes los choferes llevaron su reclamo al Municipio y solicitaron al intendente Maximiliano Frontera que interceda para encontrar una solución. Por su parte la Municipalidad ya ha labrado cerca de 16 actas de infracción y efectuó dos intimaciones a la concesionaria, para que restablezca el servicio.

Un funcionario municipal indicó que dichas actas han sido elevadas al Juzgado Municipal de Faltas y a Sol Bus podría caberle una multa cercana a los 500 mil pesos, sumando todas las infracciones cometidas al no garantizar el servicio durante más de una semana.

El tema es muy grave puesto que con la reactivación del comercio muchos empleados dependen del transporte urbano para movilizarse, por lo que el paro les ha obligado a buscar medios alternativos más caros, como los remises o taxis compartidos, o utilizar sus propios vehículos, aquellos que los tienen, lo cual los obliga a afrontar un costo superior por el gasto de combustible, entre otros problemas.

La cuestión del transporte público de pasajeros mantiene preocupada a la gestión del intendente Maximiliano Frontera, que no encuentra una solución apropiada para asegurar la prestación del servicio. Para colmo, los propios choferes le han hecho saber que están cansados de los permanentes incumplimientos al Convenio Colectivo de Trabajo, por parte de Sol Bus, y su convencimiento de que el grupo empresario lo que en realidad pretende es vaciar la empresa y marcharse de la ciudad.

Lo peor de todo es que la empresa aún tiene tres años de contrato, por lo que la sospecha es que en realidad pretendería algún tipo de resarcimiento en caso de acordarse una rescisión del servicio.

En el municipio no les preocupa el tema del contrato, porque consideran que el cúmulo de faltas cometidas habilitaría una rescisión unilateral y sin consecuencias económicas. Pero el problema no es ese, sino el día después. Las opciones siguen siendo dos: crear una empresa municipal, similar a Transpuntano en San Luis, o buscar un nuevo concesionario, tarea que no se presenta de fácil concreción, por la escasa rentabilidad que asegura el promedio de corte de boleto en nuestra ciudad.

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