Así lo confirmó el abogado de San Luis, José Luis Dopazo, quien representó a las familias de 19 niñas que viajaban en el colectivo que fue arrollado por un tren de carga en la conocida Tragedia de Zanjitas, ocurrida el 2 de noviembre de 2011, hecho en el que hubo ocho víctimas fatales y que provocó una profunda conmoción en la sociedad puntana.
Los fallecidos fueron seis nenas y dos adultos: la vicedirectora María Virginia Farías, de 30 años, y la profesora Jesica Brancan, de 23. El micro transportaba en total a seis docentes y 40 nenas de entre 10 y 11 años, alumnas de dos cursos de quinto grado del Colegio católico Santa María, de la capital puntana.
En el micro viajaban dos cursos escolares a llevar donaciones a chicos de escuelas rurales y se detuvo sorpresivamente sobre las vías cuando se acercaba el pesado tren carguero que venía de Mendoza a Buenos Aires. El tren chocó al micro y lo arrastró unos 200 metros.
Por el hecho hubo un primer juicio penal en 2015, en el que fue juzgado el chofer del micro, Julio Jofre, a quien se lo condenó por los delitos de “homicidio y lesiones culposas” a cuatro años y ocho meses de prisión. El mismo ya cumplió su condena y trabaja en la empresa Polo, la misma para la que conducía en el momento del accidente.
En un segundo juicio, en 2019, estuvo en el banquillo la dueña de la empresa Polo, Mabel Tyempertyopolos, quien resultó absuelta por el beneficio de la duda. La Justicia dio lugar a la posibilidad de que la mujer no estuviera al tanto de la realización del viaje que terminó siendo fatal para seis nenas y dos adultos.
Dopazo admitió que si bien fue parte de ese juicio, íntimamente reconocía que la misma no tenía responsabilidad desde el punto de vista penal, pero que sí debía hacerse cargo desde lo civil, por los daños y perjuicios provocados a las víctimas.
El hombre de derecho, que representó a familias de menores que salvaron su vida, relató las dificultades que debió sobrellevar para lograr congeniar las posturas de los padres de las menores, las reuniones que mantuvo incluso al aire libre, en medio de la pandemia, y cómo finalmente fueron las propias víctimas, ya adultas, las que prestaron su consentimiento para arribar a un acuerdo resarcitorio con la Universidad Católica de Cuyo, bajo cuya administración funciona el Colegio Santa María.
Al cumplirse 10 años de aquella tragedia que aún hoy provoca profundo dolor, el letrado brindó esta primicia al colega Oscar Flores, quien lo entrevistó en su programa “Charlas de Café”, que se emite por Radio Universidad FM 97.9 MHz.
(Fuente: Apuntes de San Luis)